Una sobrecogedora procesión pone el broche al 75 aniversario de la llegada del Yacente

Poco después de las 20:30 horas salía de la Catedral la Magna Procesión conmemorativa del aniversario del primer desfile del Cristo Yacente en la Semana Santa de Cuenca, un 23 de abril de 1943.

Mucho público en la Plaza Mayor para ver el desfile extraordinario con el que se cierran los actos organizados por la Congregación de la Soledad y de la Cruz, del Muy Ilustre Cabildo de Caballeros de Cuenca en el 75 aniversario de la llegada a Cuenca de la magnífica talla del Cristo Yacente, obra de Luis Marco Pérez

Al igual que ocurriera el domingo con el traslado de la imagen desde la Diputación a la Catedral, acompañaban al cortejo los guiones y hermanos mayores de las hermandades de la Semana Santa y otras hermandades de Cuenca invitados por la Congregación.

A hombros de congregantes y banceros de las distintas hermandades, escoltado por miembros de la Guardia Civil, y flaqueado por congregantes con velas encendidas, el Cristo Yacente, que lucía las mismas gualdrapas con que procesionó por primera vez por las calles de Cuenca hace 75 años ( hoy propiedad de la Hermandad de Ntra. Sra. de Riánsares de Tarancón, que las ha cedido para la ocasión) salía de la Catedral para dirigirse por Alfonso VIII, Andrés de Cabrera, Peso y Solera hasta la iglesia del Salvador.

Un estremecedor silencio acompañaba al cortejo procesional durante todo el recorrido, en contraste con la sonoridad con la que las calles de Cuenca recibían en la mañana del domingo el paso de la Sagrada imagen. Solemnidad en un hermoso desfile que ha tenido momentos de especial emoción como el vivido en la calle del Peso, donde el Coro de Cámara Alonso Lobo interpretaba para el Yacente el miserere en hebreo. Al filo de las 10 de la noche llegaba a la iglesia del Salvador.